sábado, 20 de marzo de 2010

La historia de Nieto. El motero sin moto que sabe encajar.

Nieto es del Atlético de Madrid y está de vacaciones en Almería, en el cabo de gata. Deambulando por la zona con su novieta (de la que ahora os cuento) ha encontrado el Jo Bar, un bar de moteros malotes absolutamente ilegal que está situado en medio del desierto, en el valle de Los Escullos, cerca del mar.
Todos los que trabajamos ahí, usamos un largo pañuelo para llevarlo entre el casco de la moto y la cabeza, este pañuelo, además de pinturero, sirve para el sudor, el frío, el polvo, etc. Es largo y su correcta colocación es todo un arte. Pues bien, después de unos primeros días de asentamiento en el nuevo medio, Nieto se coloca un pañuelo de los mocos en la cabeza en la tercera jornada. De esa guisa se acerca esa noche al Bar. Va a demostrar cuanto se ha adaptado ya a este ambiente auténtico que le estaba esperando a él y también hasta qué punto ha captado el mensaje: “Vive salvaje”

De su brazo viene Mamen, que es del Real Madrid. Ella viste desenfadadamente. Casualmente. Eso dice en una etiqueta o algo asín. Ella sí que se ha adaptado. Me trata con sinceridad de iniciado a iniciado en algo. Yo sí que la puedo comprender... y no ese garrulo de Nieto

Sí, sí. Si es que tu eres muy jipi. De siempre. -se defiende Nieto-
¿Tu qué coño dices? Que no haces más que ver la tele.
Jipi de toda la vida...no te jode –ironiza Nieto sin mirarla-
Lo único que sabes hacer majo, ver la tele...
Jasrecrisna, jarecrisnas, jarecrisnacrisnajasres...-le canta Nieto.
¡Mira!...que me pones, que es que no sé qué hacer
Anda ponme por favor otro de estos... -zanja nieto sin mirarla.-

Nieto tiene moto, pero no aquí. Está en el taller en Mandril. Pero el verano que viene ya veré ya...¡la traerá!

Imagino como escenificará él ese momento en las frías tardes de invierno en las que la gente de ciudad sueña con las vacaciones: Su moto refulgiendo bajo una luna llena de anuncio que le enmarca en semicírculo desde el horizonte marino...que estampa: Esa Yamaha virago 500 rugiendo por el desierto camino del Jobar. Llega y allí le esperamos sus verdaderos amigos. Esos amigos que son los únicos que verdaderamente le comprenden, le conocen a fondo... ¡No son sólo amigos coño! ¡Son hermanos!...Sí, sus hermanos del Jobar le esperarán. Y se acordarán perfectamente de él. De las cosas que hablaron con él durante el anterior verano. Le darán una cerveza enorme que el apurará de un trago ante la exaltación de sus hermanos salvajes y ante la impresionada mirada de una pedazo de piba...Mmmhh.

Sí joder, porque es que a la Mamen ya no la aguanta. Es que mira que es fea la tía. Y tonta del culo.. Y chacha.

Si es que, hay que joderse...me dejo la moto y me traigo a esta...
Oye imbécil, que yo me llevo a los sitios solita ¿eh?
¿Y quién conduce, eh lista, quién conduce? -Nieto encuentra un punto débil y ataca mirando a la parroquia, tal es su confianza en la pulla.- ¡Ja! ¿Y quién conduce, eh? ¡Ja, ja!
Desde luego eres idiota majo...
¡Ja, ja! Sisí Idiota, pero conduzco, ¡negada! ¡Que eres una negada! ¡Ja!
Gilipollas.
¡Ja, ja! ¿has visto, tío, como es esta piba? -intenta inmiscuirme Nieto- Me llama gilipollas porque no sabe ni hablar y sólo dice ¡TONTERIAS!

(Nieto termina su frase mirándola y ella da un golpe en la barra y se aleja susurrando, desolada...)
No aguanto más...

Esa noche Mamen sobrepasó algún tipo de límite. Se fueron juntos, porque Nieto apuró su bebida y salió tras ella después de mirarme a los ojos para conectar conmigo en el pensamiento de “como son las pibas”. El resto de su noche quedó entre ellos...y los que les rodeasen en cada momento.

Volvieron al día siguiente, pero separados. Nieto venía con otra piba. Una Morenaza. No estaba nada mal y desde luego comparándola con Mamen era Miss universo con el cerebro de Mdme. Courie. Me alegró ver la capacidad de reacción de Nieto. Cualitativamente era incuestionable la mejora. Y cuantitativamente, “un día-una piba”, no está nada mal ¿no?.

Nieto por su parte estaba viviendo una especie de anticipo del sueño que yo le había imaginado: Una buena piba, amistad profunda con sus hermanos salvajes y esa embriagadora libertad. Era como una película, no, como un video musical. Hasta notaba como el pañuelo pirata le ajustaba mejor...

Pero Nieto no tuvo demasiado tiempo para disfrutar de aquél Walhalla anticipado. Apenas diez minutos después de su llegada con la morenaza, apareció Mamen.

Eres un hijo de puta

Con un swing pugilístico de primera magnitud, Mamen le propinaba a Nieto una ensalada de hostias digna de un récord guiness. Después, con Nieto ya fuera de combate, se encaró a la morenaza.

¿y tu? -la morenaza no comprendía quién era esa loca-
¿¡Quién es esta puta!? –insiste Mamen girándose hacia Nieto blandiendo su riñonera como arma-

Nieto ni pudo responder. Había recibido una buena paliza y aún no sabía bien de dónde le había caído. Mamen se revolvió de nuevo hacia la morenaza y la atacó con saña. Qué fuerza de la naturaleza. La morenaza encajó y encajó chillando:

¿Pero quién es esta? ¡Quitádmela de encima!

Las separamos. Pero entonces Mamen volvió a por Nieto, que empezó a ver comprometida su hombría ante sus hermanos salvajes.

-¡TeviaencajarunahostiaMamenhostia! –acertó a rebuznar en su defensa.-

De nuevo les separamos.

- ¿Pero no me habías dicho que cada uno por su lao?
Sí hijoputa, pero no esto
¡Cada uno a lo suyo! ¡Cada uno a lo suyo dijistes!

Cada cierto tiempo, Mamen volvía a atacar. Ora a la morenaza, ora a Nieto. En una de ellas pudimos finalmente ver a la morenaza pelear en el polvo del desierto. Hubo un acuerdo tácito para dejarlas pelear un rato. No cupieron las apuestas. Nadie hubiese apostado contra Mamen.

El pañuelo pirata de Nieto había desaparecido de una hostia certera en la primera escaramuza. Su aspecto era ahora el de la derrota. Había ligado una buena piba en un solo día. Había encontrado su sitio con sus hermanos y veía ya empezar una nueva era. Pero Mamen le había dado de hostias y la morenaza había huido del bar... Normal, ni siquiera la había defendido... ¿Cómo saldría de la pobre de aquel desierto por la noche, sin coche?... No habrá faltado quién la lleve... Joder ¿qué iba a hacer ahora?

Mamen intentaba involucrar a todo el mundo a su favor, pero no encontró más que miradas que fingía no ver. De vergüenza se fingió también borracha y de alcohol se emborrachó de verdad en su teatrillo. Acabó tirada al fondo. Llorando y gritando de vez en cuando hacia donde ella pensaba, sin acertar, que estaba Nieto. Como esos locutores de la tv que se equivocan de cámara...

Desaparecieron finalmente del bar tras habernos obsequiado con varios bises que se alternaban en violencia.

A los dos o tres días volvieron, reconciliados.

Oye, perdonad por lo del otro día –se excusó Nieto elegante.-
- Es que llevábamos un pedo... –aportó Mamen.-

Y se volvieron a Mandril. Y de la mano hasta el coche. Sabiendo que dejaban atrás a sus hermanos salvajes. Que les esperarían. Que se acordarían de ellos, de lo importante de ellos el siguiente verano.

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